Conviene iniciar hablando de ventas personales, porque las expectativas siempre están abiertas para los productos en términos de distribución, momento de verdad, impulso, atención y todo aquellos que conlleva a cerrar y convertir en transacción comercial, una intensión de compra. En ese sentido, es necesario, establecer una relación entre las percepciones y la comunicación, para poder hacer un análisis sobre el proceso de venta personal, en todas las dimensiones: laborales, familiares y sociales, que nos obligan de una u otra manera a replantear la forma como nos expresamos, vestimos, actuamos y reaccionamos.
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Puesto que, todos estos elementos juegan un papel fundamental a la hora de generar percepciones e influencias en los demás. Y aunque mucho se diga que no es importante lo que piensen los demás sobre la imagen personal, hay contextos y circunstancias que requieren una mejor percepción del individuo y más aún cuando se trabaja en el área de mercadeo.
Por lo tanto, todas aquellas personas que trabajen o deseen ingresar al área de mercadeo deben saber venderse, para generar percepciones realmente positivas capaces de influenciar al otro. Por ello tenga en cuenta los siguientes pasos:
1. La imagen predispone: tenga en cuenta que la manera de vestir, los elementos que le acompañan como accesorios, bolsos, celulares, agendas, genera predisposiciones en el otro; puede percibirlo como una persona exitosa o todo lo contrario como un fracasado o un vendedor más. En tanto, se hace necesario generar un imaginario de acuerdo al público, hazte las siguientes preguntas: ¿Cómo necesitas que te vean? ¿Cómo te están viendo? Porque esto constituye el imaginario que las personas se hacen de nosotros, lo cual, puede llegar a impactar de forma negativa un proceso de negociación al no generar credibilidad.
2. El lenguaje dice quién es usted: la manera de expresarnos y verbalizar las cosas, permite develar quién es usted, porque no sólo hace evidente la preparación académica y el nivel social; si no que logra establecer una relación más estrecha y asertiva dependiendo de lo que se quiera expresar. Por lo tanto, es necesario conocer con quién hablamos o con quién vamos a plantear una negociación; no sólo para conocer su nivel académica si no para que el lenguaje pueda estar ajustado a cada una de las realidades socio culturales.
3. El tiempo corre en su contra: el tiempo es oro, en términos de mercadeo establecer relaciones, compartir contactos o sacar una cita, no puede ser un tema que tome largos periodos de tiempo debido a las múltiples ocupaciones; en tal virtud, se debe procurar un uso adecuado del tiempo, permitiendo que en términos comunicativos siempre seamos claros, concisos y directos con la información. Sin olvidar la importancia de cultivar relaciones, que faciliten próximos encuentros, esparcimientos en otros contextos, para hacer verdaderas relaciones públicas que potencien la reputación personal.