IKEA, la empresa de muebles más grande del mundo con un valor de marca de 48.100 millones de dólares, fue sancionada en Francia con una multa de un millón de euros, equivalente a un estimado de 1.2 millones de dólares por haber instalado, entre 2009 y 2012, un sistema de vigilancia a sus empleados, y en particular de los afiliados al sindicato.
Medios locales han filtrado los requerimientos de investigación a sus empleados de parte de la compañía: “gracias por decirme si hay antecedentes penales, por favor, contra esta persona a priori ya conocida por robo”; “A priori gitana y considerada peligrosa”; “Necesito conocer el estado de su historial y sobre todo su estilo de vida”, según revelaron las evidencias.
El tribunal penal de Versalles reconoció a la filial francesa del gigante del mueble y a su director general de 1996 a 2012, Jean-Louis Baillot, culpable de “ocultar datos personales por medios fraudulentos”. En otras palabras: haber recurrido a una empresa de investigación y vendedores falsos para revisar la vida de los empleados más problemáticos (antecedentes penales, seguimiento de cuentas bancarias, activos, etc.).
La Fiscalía de Versalles exigía un sentencia de dos millones de euros y un año de prisión para Jean-Louis Baillot quien finalmente fue condenado a dos años de cárcel y una multa de 50 mil euros. La empresa IKEA Retail France ha indicado que estudiará la decisión del tribunal de Versalles y ha añadido que planteen tomar medidas adicionales.
IKEA no es la única, Amazon también espía a sus empleados
El gigante del comercio electrónico, Amazon, se mantiene en constante escrutinio por sus excéntricas prácticas laborales y por el intentos de organizarse en un sindicato de gran volumen de trabajadores. La compañía ha sido señalada de emplear tácticas vigilancia a sus empleados, ellos mismos han revelado en que consisten algunas de estas.
Los conductores de Amazon, muchos de los cuales son subcontratados, revelaron los planes de la empresa de instalar un sistema de cuatro cámaras con sensores biométricos en las furgonetas de Estados Unidos. La herramienta es capaz de monitorizar si el conductor aparta la vista de la carretera, acelera o incluso si bosteza y puede enviar notificaciones en tiempo real a sus jefes.
Otro ejemplo de las prácticas de Amazon, es el sistema para rastrear descansos (o el tiempo en el que no están trabajando) de sus empleados de almacenes. El sistema podía provocar el despido de una persona sin involucrar ningún tipo de supervisión humana. De acuerdo con el testimonio de una empleada, los gerentes tienen acceso a editar los tiempos de descanso de forma discrecional.
Además, documentos filtrados de la compañía probaron que el año pasado Amazon trabajó con la agencia de espionaje Pinkerton, misma que fue señalada de infiltrarse en una huelga en Barcelona para vigilar tanto a empleados como a periodistas, al respecto la empresa le aseguró a Business Insider que estas medidas están “en línea con la legislación local y el conocimiento y apoyo absoluto de las autoridades”.
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