Terminó el partido de México contra Corea del Sur. El reloj marcó el fin de los 90 minutos que dura la contienda mundialista, realizada en la Arena Rostov, en Rusia. Segundo a segundo se vivió la emoción a flor de piel entre los aficionados de todo el mundo. Sin embargo, el país azteca se alzó como ganador, con dos goles a su favor sobre uno para el equipo asiático en su segundo partido en este certamen futbolísitico. Y en todo el estadio resonó un tonada “¡Canta y no llores!“.
En este encuentro entre la selección de Corea del Sur (en cuya playera se veía el logo de Nike) y la de México (en donde la camiseta portaba la insignia de Adidas), el primer gol fue anotado el el primer tiempo, hacia el minutos 25 por el jugador Carlos Vela, con un gol de penal.
El segundo gol, cerca del minuto 60, fue anotado en el segundo tiempo por Javier “el Chicarito” Hernández, quien ser acercó decididamente a la cancha para anotar el segundo gol que definiría el triunfo de la selección mexicana frente a la surcoreana.
Sin embargo, la emoción de los goles mexicanos no se vivieron al mismo tiempo puesto que muchos espectadores que apreciaban el partido en sus casas, en bares o en restaurantes percibieron como otras personas festejaban la anotación antes que ellos, puesto que aparentemente había un desfase entre los servicios de transmisión de los partidos del mundial.
Minutos antes de que termine el partido, y por penal, Corea del Sur anota su primer gol; sin embargo, difícilmente podría haber superado el marcador que se mantuvo en casi todo el segundo tiempo.
A pesar de los inconvenientes técnicos que experimentaron algunas personas al ver el partido de México contra Corea del Sur, fue inevitable apreciarlo con la misma pasión y entusiasmo.
Esta segundo triunfo en esta primera fase de juegos acerca a México a pasar a la segunda ronda de partidos, en el que tendrá que enfrentarse a un gran reto: no, no nos referimos a un partido con Brasil (una superpotencia del futbol), sino al temible quinto partido. Sin embargo, en este Mundial en el que todo parece posible, la esperanza de pasarlo crece cada vez más.