Asistir por primera vez a una edición del Corona Capital, quizá me genere cierta burla por parte de los que recurrentemente tienen este festival en su agenda anual de eventos musicales, o tal vez cierto desconcierto ante tal confesión. Lo cierto es que, luego de haber vivido la experiencia el día 20 de noviembre, puedo decir que me llevé una muy grata sorpresa ante las distintas propuestas musicales que engalanaron los cuatro escenarios hasta muy entrada la noche.
Algunas me gustaron, otros no tanto, pero el buen sabor de boca que llevaba de regreso a casa aún continúa. Los acordes fueron, sin duda, lo que más se escuchó durante la tarde y noche; las vocales vibraban a través de los micrófonos, y las pantallas en los escenarios permitieron que, los que estábamos hasta atrás pudiéramos ver, aunque sea un poco de lo que ocurría arriba del escenario.
¿Quién se llevó la noche?, una cuestión obvia, y para ella una respuesta que no requiere de tanta meditación.
Kraftwerk: creatividad, beats y activación
Puede que algunos no concuerden con lo que están a punto de leer pero el cuarteto de música electrónica Kraftwerk fue quien se llevó la noche del 20 de noviembre. A pesar de que al inicio de su presentación tuvieron algunos problemas técnicos, esto fue insignificante ante el show y espectáculo audiovisual 3D que se pudo disfrutar por más de una hora en el escenario Corona.
The robots, Love computer, Music non stop, The model, Spacelab, entre otras canciones, fueron las que Kraftwerk ofreció la público mexicano. Pero no conformes con eso, hicieron que, a través de una activación, los fans y los nos tan fans gozáramos su presentación.
La activación comenzó desde el acceso al Corona Capital, cuando gente de su staff obsequió lentes 3D con el nombre de la banda, lo cual generó expectativa entre los asistentes. Pasadas las 10:35 de la noche, la música de Kraftwerk se hizo presente, al igual que su activación 3D proyectada en una enrome pantalla ubicada detrás del cuarteto. Los lentes blancos de tercera dimensión resaltaron entre la multitud, acompañados de múltiples expresiones que daban cuenta de la emoción que se vivía gracias a la conjunción de música y visuales.
Letras y notas musicales saliendo de la pantalla, robots que parecían abrazarnos, autos transitando frente a nosotros y satélites a punto de estrellarse contra los asistentes fueron algunos de los objetos que lograron verse y vivirse con los lentes de Kraftwerk, lo que consiguió que la presentación del cuarteto fuera memorable y se llevara la noche del domingo.