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Ejemplos de errores garrafales en retailers que les costaron muy caro

Esta semana conocimos a un consumidor que compró más de 200 desodorantes a un precio irrisorio, pero hay más.

Se dice que en el mundo del retail nada es casual. Nada responde a la casualidad. Sobre todo en el punto de venta, un lugar que gracias a las técnicas de merchandising puede convertirse en el mejor lugar para incentivar la compra de los productos exhibidos.

De acuerdo a los expertos, el merchandising permite influir en la presentación del producto, diferenciar a las marcas de sus competidoras, promover un producto, así como hacerlo más atractivo y vendedor en el punto de venta.

Otra manera de incentivar la compra de los productos exhibidos es por medio de las promociones. Estas son una excelente manera de incrementar, especialmente, a corto plazo la comprad e una mayor cantidad de determinados productos.

Sin embargo, grandes y pequeños retailers pueden llegar a caer en la trampa de las promociones y apostar a esa estrategia para diferenciarse de la competencia.

Si un retailer realiza constantemente estrategias de “precios bajos” atraerá a su tienda un público más racional, es decir, que estará interesado en la oferta por el precio, no obstante, si se busca un cliente fiel y comprometido con la tienda no es la mejor forma de conseguirlos.

De acuerdo a David Gómez, consultor de marketing, si una empresa no tiene claro sus diferenciales o no los sabe comunicar siempre va a competir por precio. Por tal motivo, se dede vender siempre a quien valore lo que se vende y lo mejor es dejar de perseguir al cliente equivocado, dijo en entrevista en Cinco Días.

A propósito, en Tamaulipas, un joven compró todos los desodorantes de la marca Axe de una tienda Arteli por sólo 39.90 pesos, gracias al error que indicaba el precio.

Según especialistas, esto sucedió a causa de un error de sintaxis. El anuncio decía lo siguiente: “Preciazo. TODOS los desodorantes Axe de 96 o 112 GV/AROMAS de 59.90 A SÓLO 39.90”.

Y como se ha dado a conocer, el shopper llevó todos los desodorantes del anaquel; sin embargo, la tienda se negó a cobrar el precio de 235 desodorantes por 39.90 pesos sería alrededor de 9 mil pesos, por tanto, el cliente recurrió a la Procuraduría Federal del Consumidor para hacer valida la oferta.

También, las tiendas en línea han tenido situaciones similares; desde computadoras, consolas de videojuegos, entre otros, son parte de los ejemplos que, a continuación te presentamos:

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(Imagen: Twitter)
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(Imagen: Twitter)
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(Imagen: Twitter)
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(Imagen: Twitter)

 

 

¿Quién gana y quién pierde?

Sin embargo, después de ver los ejemplos, ¿quién gana y quién pierde? Por un lado, gana la Profeco debido a que sus soluciones permiten a los consumidores hacer valer sus derechos —un tema controversial— ante situaciones similares. De igual manera el consumidor gana, debido a que encontrar ofertas así no sucede todos los días. Finalmente, quién pierde, sin lugar a dudas, es el retailer y, sobre todo, el promotor o empleado de la tienda. Dado que, según fuentes locales, este error posiblemente se reflejará en el bolsillo del responsable.

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