El BTL se creó para tener un contacto más directo y segmentado personalizado con el público objetivo de forma más. La industria del Marketing ya había sido carburante impactada por una pandemia que estableció que el contacto es un peligro no una conexión. Las atractivas activaciones en el punto de venta redujeron sustancialmente con el confinamiento, y hoy se sabe de una ley que pone en peligro esta práctica.
A partir de ahora toda persona que sea generadora de ruido mayor a los 65 decibles en la Ciudad de México podrá ser amonestada o arrestada por 36 horas; su negocio podrá ser clausurado, sus bienes decomisados, suspendidas sus actividades económicas y pagar una multa por hasta 8 millones 962 mil pesos.
Fue lo establecido por el pleno del Congreso de la CDMX, quien aprobó el dictamen con proyecto de decreto que realiza modificaciones y adiciones en materia de ruido a la Ley Ambiental de Protección a la Tierra en la capital, esto a fin de limitar las actividades promocionales BTL en negocios y vía pública.
La Procuraduría Ambiental local registró 7 mil 796 quejas en materia de ruido y vibraciones particularmente originadas por restaurantes, bares, cantinas y otros giros comerciales que generan ruido. Esto supone un nuevo desafío para las marcas que deberán acatar las normas o arriesgarse a sufrir algunas de las nuevas medidas legales.
“El ruido es un problema de salud pública, pues provoca trastornos de sueño o estrés, así como ansiedad, depresión, neurosis acentuando algunos padecimientos cardiovasculares. Los especialistas han determinado que la exposición a niveles altos de ruido puede llegar a producir pérdida de audición, y en algunos casos, puede llegar a ser irreversible ”, acusa el documento.
Otras consecuencias del ruido pueden ser fatiga e inestabilidad emocional y, a largo vida, el deterioro de la salud, la calidad de vida y el desarrollo social.
¿Cuál es el valor de 65 decibeles?
De acuerdo con las medidas impuestas por la Organización Mundial de la Salud, 65 decibeles están por encima de la medida considerada para un “ambiente poco ruidoso”, equivale a un grupo de gente conversando en voz muy alta, esta medida se podría ejemplificar con un restaurante abarrotado o el ruido que genera un teléfono sonando muy cerca del oido.
Toma relevancia la medida de ruido que provoca el tráfico de una ciudad, puede llegar hasta los 80 decibeles, el sonido de la aspiradora 90 decibeles y el escape de una motocicleta es a una medida de 100. Ante estos datos, a partir de ahora toda activación de BTL en espacios públicos deberá generar un ruido menor al de una aspiradora, 25 decibeles menos.
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