Por: Erika Fonseca
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Las marcas sufren cada vez más para encontrar un diferenciador. Las categorías se dividen cada vez más y los segmentos parecieran mucho más cerrados. El branding y el diseño dan giros muy drásticos y también se vuelve complicado captar la atención del consumidor final.
El branding hoy por hoy es mucho más que diseño. Tenemos que tomar en cuenta, diseño, empaque, posición en punto de venta, distribución y entrega. Hay tantos pasos que controlar que la mayor parte de las veces es imposible controlarlo todo.
A esto hay que agregarle que la carga emocional y psicológica del consumidor final, es algo muy importante que toma gran parte de la decisión de compra, cuando no tomamos todo esto en cuenta, seguro, algo nos falla.
En este buscar diferenciarse, las marcas han hecho uso de diversos recursos. Uno de los que más me he encontrado últimamente es la combinación de tecnología con responsabilidad social. Ser marcas socialmente responsables se ha convertido en un plus, ya que se ha comprobado que todos, de algún modo u otro, queremos hacer de este mundo un mundo mejor.
Las marcas socialmente responsables tienen dos palomitas más dentro de la mente del cliente final. Si el consumidor final tiene la oportunidad de decidir de entre una marca y otra para “intentar hacer de este mundo, un mundo mejor” seguramente se irá por la que es socialmente responsable. Personalmente, creo que lo que movemos es la culpa del consumidor ante otras actitudes en su vida, y ése, es el modo más fácil de disculparse. Del modo que sea, las palomitas dentro de la mente del consumidor existen y ahora, en combinación con la tecnología, marcan un diferenciador.
La combinación de tecnología y responsabilidad social parecen apantallar y hacer que el producto sea un “mejor producto” dentro de la mente del consumidor.
Y con tecnología no me refiero a innovación de empaque o producción, sino al link del producto con algún medio digital que ofrezca un programa de juegos, información o simplemente acceso a un website.
Aquí les dejo el claro ejemplo aplicado en un envase de Heinz, la salsa catsup que domina la categoria dentro del mercado de Estados Unidos.
