Hacer una compra, por más pequeña que sea siempre implica todo un proceso neuronal, pues enfocamos toda nuestra atención en el producto que vamos adquirir, analizamos si tenemos el presupuesto adecuado o si realmente necesitamos el artículo.
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De acuerdo a los neurocientíficos, una decisión de compra esta basada en tres impulsos: sobrevivencia, hábitos y objetivos, lo que influye totalmente en si se adquiere o no un nuevo artículo.
En el libro “Cool: How the Brain’s Hidden Quest for Cool Drives Our Economy and Shapes Our World”, se explica en que consiste cada uno y a continuación te los decimos:
1.- Sobrevivencia
Este impulso lo resentían los shopper cuando se encuentran frente a algo comestible, no importa lo que sea, puede ir desde unas simples papas hasta un producto más sano, como vegetales frutas o carnes. Este impulso representa nuestras ganas de seguir viviendo y por ende la comida nos garantiza una vida.
2.- Hábito
Cuando acudimos a una tienda para abastecer la despensa hay mucha cosas que automáticamente se compran, papel de baño (el mismo), jabón, pasta dental, el cereal, entre otros, pues el impulso del hábito nos hace adquirirlas si cuestionarnos nada, es decir nos “obliga” a comprar siempre lo mismo.
3.- Objetivos
Este impulso está controlado por lo que realmente esperamos del producto,es decir, si compramos un aderezo, nuestro cerebro nos dice que analicemos si es el adecuado para nuestra ensalada o si relamen nuestro presupuesto nos permite adquirirlo. Este impulso está relacionado con el dinero y con lo que el shopper realmente espera del producto.