Más allá de los arquetípicos discursos y clichés post pandémicos sobre qué es lo que hay después de esta pandemia mundial. Lo que sigue ahora es sintonizar el tono de las audiencias y los clientes para saber cómo te comunicas con los otros y empezar a entablar una verdadera comunicación sana.
Porque la realidad es que es cuando estuvimos más cerca de la muerte de forma masiva. Por lo menos eso parece y así parece por mucha gente de forma global en este mundo. Entonces, la comunicación general y mucho más la estratégica requiere de cierta sensibilidad para sintonizar una nueva delimitación de la nueva identidad de los humanos que habitamos esta tierra después de la pandemia mundial. Por supuesto que la vida cambió después de casi dos años de estar aletargados con miedo a morir y muchos estar encerrados en sus casas. Los que podían, trabajar desde casa y lo que tenían que salir a trabajar, vivir con ansiedad de morir en el intento diario de trabajar para vivir.
Entonces la pregunta está en el aire de muchas personas después de casi dos años de incertidumbre ¿Esto es lo soy? ¿Lo que quiero ser en realidad? Después del letargo viene la vuelta a la realidad. Los más o algunos se preguntarán si realmente son lo que quieren ser y si quieren ser lo que son después de todo esto. Y hasta cierto punto es muy normal. Lo que pasamos cambió el sistema de productividad del trabajo, la economía, la comunicación, la digitalización y la identidad antropológica.
¿Dónde aterriza la identidad en 2022?
Principalmente en el sistema y la conquista social del trabajo. Que es el sistema y proceso por el cual las personas ganan sus ingresos y salarios que por su talento o tiempo invertido reciben al trabajar en una empresa o sociedad. Cómo los asociados, empleados o asalariados aportarán su colaboración a las empresas y su tiempo para ser más productivos. Sin duda con tiempos híbridos mediante operatividad presencial y a distancia si es que su trabajo no requiere de funciones 100% operativas.
El otro rubro fundamental será la identidad. Después de casi morir la gente no sabrá a ciencia cierta la razón principal por la cual vivir. La motivación principal para estar aquí. La pregunta fundamental del por qué se está aquí y para qué. En una especie de resaca de lo que pasó para sacudirse esta depresión masiva por la que vivimos.
Esto lo debemos de tener muy claro las marcas y los que comunicamos. Para estar alerta con las audiencias. Y entonar bien los mensajes clave para todos los que están aquí y escuchar el caos y llamar a la tribu para detonar mensajes y ser mejor escuchados para vivir ignorados para siempre. No necesitamos de una pandemia para volver a despertar una nueva identidad.