Después de un año de romance culinario, la relación que prometía cambiar el desayuno (y el antojo de media tarde) de millones de estadounidenses ha llegado a su fin. La alianza entre Krispy Kreme —los señores de la dona glaseada que derrite corazones— y McDonald’s —los reyes de las papas fritas y los arcos dorados— ya tiene fecha de caducidad: 2 de julio de 2025 .
Sí, amigos, la fantasía de pedir un Big Mac con una dona de postre sin tener que cambiar de carril en el drive-thru, ha sido cancelada antes de alcanzar su máximo potencial. Las más de 13.000 sucursales de McDonald’s en EE.UU. UU. que iban a recibir la lluvia bendita de azúcar glaseada… se quedan con las ganas.
¿Qué pasó con este dulce sueño de McDonald’s y la donera?
Según el comunicado conjunto, ambas empresas tomaron la difícil pero “cuidadosa” decisión de separarse. No hubo infidelidades ni peleas públicas, solo diferencias irreconciliables de modelo de negocio.
Alyssa Buetikofer, directora de Marketing de McDonald’s USA (y probable fan de las donas), aseguró que fue una relación fructífera:
“Nos entregaron un producto excelente y de alta calidad”.
Oh mar, las donas estaban ricas, pero…
Por su parte, Josh Charlesworth, el CEO de Krispy Kreme, se puso serio y dijo que intentar ajustar los costos a la demanda fue como tratar de embetunar una dona con los ojos vendados: simplemente no funcionó .
“La alianza fue insostenible para nosotros”, afirmó, probablemente entre lágrimas glaseadas.
¿Y ahora qué?
Krispy Kreme no se rinde y tiene planes ambiciosos: hacer que sus donas lleguen a más lugares, no solo para comerlas en soledad, sino para compartirlas (aunque eso siga siendo opcional). Su apuesta está en expandirse en minoristas de alto volumen (imagina donas en cada supermercado, farmacia y estación de servicio), y seguir creciendo internacionalmente con franquicias que no cuesten un ojo de la cara.
Mientras tanto, McDonald’s probablemente regresará a su menú tradicional de postres: conos de vainilla que a veces funcionan, McFlurrys que se niegan a mezclar bien, y el ocasional pastelito caliente que nadie sabe exactamente de qué fruta es.
El veredicto final de la separación de los aros dorados vs. Krispy Kreme
Como en toda buena ruptura, cada quien toma su camino. McDonald’s seguirá friendo hamburguesas y sirviendo café, mientras Krispy Kreme buscará conquistar paladares por otras vías. No hubo drama, solo el sabor amargo de un proyecto que casi fue.
Así que si alguna vez tuviste la dicha de pedir una dona Krispy Kreme en tu local de McDonald’s… lo consideras afortunado. Y si no, bueno, aún podemos consolarnos todos con una caja de donas y un combo mediano. Por separado.
¿futuro? Ya estás en la palma de tu mano.