La inteligencia artificial (IA) está revolucionando la forma en que las marcas se conectan con los consumidores, transformando el panorama del marketing digital de una estrategia de visibilidad masiva hacia un enfoque centrado en la relevancia, personalización y conexión emocional auténtica.
El desafío cultural del marketing algorítmico
Carlos Buenfil, Chief Strategy Officer de Dentsu Creative México, identifica el verdadero reto para las empresas modernas: destacar en un mercado fragmentado y saturado sin comprometer la autenticidad de marca. “La tecnología debe ser un aliado que amplifique el propósito de las marcas, no una excusa para producir más de lo mismo”, enfatiza el ejecutivo.
El diagnóstico es claro: la optimización algorítmica sin estrategia puede generar una “homogenización peligrosa”, donde el contenido genérico, aunque eficiente en métricas, pierde impacto real en la audiencia.
Según el informe Fragment Forward de Dentsu Creative, el 64% de los consumidores globales espera que las marcas comprendan y respondan a sus necesidades individuales en tiempo real. Sin embargo, cuando esta personalización es superficial o percibida como invasiva, puede generar desconexión en lugar de fidelidad.
Buenfil advierte sobre el riesgo del dullness premium, ese costo invisible que enfrentan las marcas al conformarse con estrategias predecibles. “En un mar de contenido uniforme, el diferenciador será la capacidad de hackear el algoritmo con ideas que conecten profundamente con las personas”, afirma.
Para Dentsu Creative, “hackear el algoritmo” significa utilizar la tecnología no solo para alcanzar audiencias, sino para activar comunidades, narrativas y significados culturales relevantes.
La propuesta incluye abordar la fragmentación del mercado como el Kintsugi japonés, una técnica ancestral que repara objetos rotos con oro, transformando sus grietas en fortalezas. Esta filosofía aplicada al marketing permite integrar las fisuras del mercado como espacios de oportunidad estratégica.
Nuevas tendencias del consumidor consciente
El panorama actual refleja cambios profundos en las prioridades del consumidor:
- Auge del deinfluencing
- Crecimiento del mercado de segunda mano
- Demanda creciente por consumo consciente
Según Fragment Forward, el 72% de los consumidores considera que las marcas tienen la responsabilidad de impulsar cambios culturales positivos, exigiendo a las compañías ir más allá de seguir tendencias: deben interpretarlas, adaptarlas y adelantarse a ellas.
Buenfil define tres pilares esenciales para que las marcas prosperen en la era de la inteligencia artificial:
- Creatividad distintiva: Evitar el contenido genérico que alimenta la monotonía digital
- Agilidad cultural: Moverse con rapidez al ritmo de las tendencias sin comprometer la identidad de marca
- Humanización de la tecnología: Utilizar la IA como puente para construir conexiones empáticas y significativas
En un mundo dominado por códigos, datos y automatización, la clave del éxito trasciende la programación: requiere pensamiento estratégico. La nueva ventaja competitiva no será únicamente tecnológica, sino fundamentalmente cultural.
La transformación del marketing en la era de la inteligencia artificial representa una oportunidad sin precedentes para las marcas que sepan equilibrar innovación tecnológica con autenticidad humana. El verdadero diferenciador no radica en la tecnología en sí, sino en cómo las marcas la utilizan para crear valor humano genuino.
