Desde hace tiempo me he fijado que una herramienta recurrente es el alterar la realidad para desde la manipulación otorgar la dotación de contenido basura que buscamos a toda costa. Ejemplos sobran, pero algunos muy comunes los podemos ver en los títulos de los videos de Youtube, prometen mucho y cuando los terminas de ver, sabes que te timaron, que te tomaron el pelo, pero aún así, pasaran unos días o algunas horas para caer de nuevo.
Vivimos en una época en donde existen personas que su trabajo es generar contenido falso, morboso e indiscreto para alimentar el hambre desmesurada por encontrar novedades. Blogs, espacios noticiosos y mofas son una fuente común, lo increíble es que medios prestigiados también caen en la nueva ola, para ejemplo El Republicano de Ecuador, pues en 2014 publicó la nota donde Coelho ganó el premio Nobel.
La anterior noticia ha resurgido este año, tal vez porque no sería nada raro que se convirtiera en realidad, dada las insospechadas decisiones que rondan en los últimos años, es el tiempo en el que dudamos de todo y de todos, es la era donde las teorías conspiratorias aplican incluso cuando el baño del restaurante no tiene rollo de papel.
Poner en entredicho la credibilidad de empresas, gobiernos y comités como el del Nobel, nos habla de las repercusiones de lo que asimilamos como “libertad de expresión”, pues en un dos por tres, tenemos la facultad de destruir el trabajo y prestigio con notas como la del escritor brasileño o con comentarios en las redes exhibiendo la falta de papel en el restaurante.
Portales como “El deforma” también nos permiten ver el tipo de humor que nos caracteriza y que además nos gusta consumir, sus notas revelan la manera en la que las nuevas generaciones asimilan la información, un tanto filtrada por la irreverencia, por el reclamo y por la desmitificación.
Lo importante de esta colaboración no es Coelho, ni es la ausencia de papel higiénico, sino el papel que tiene la publicidad en las nuevas dinámicas de comunicación, es vital determinar como se cruzan los mensajes (noticias falsas) con el contenido de la oferta comercial.
Tal vez las personas cambiaron sus gustos (o quizás solamente ahora lo aceptan sin empacho), hoy en día los medios intentan transformarse, además muchos otros nacen detrás de una computadora y con un equipo más parecido a un trabajo escolar que a una empresa. En la actualidad la publicidad ha encontrado el poder de insertarse en la cotidianidad, quizás por eso estuve a punto de hacer mi postura sobre el nobel de Paulo, pues la clave de lo anterior es que algunos disfrutamos deliberadamente los contenidos y otros ilusamente los vivimos como ciertos, hasta que leemos toda la nota o investigamos a profundidad, mientras eso pasa, ya hubo un viaje publicitario muy rentable para los anunciantes.
