Haciendo una reflexión y hablando en mi calidad de consumidor -porque todos somos consumidores en algún momento-, debo decirle que las promociones, pero sólo aquellas que resultan verdaderas y buenas promociones, son el elemento que más incide la decisión de compra, cuando menos voluntariamente, porque seguramente existen momentos involuntarios en los cuales somos influenciados.
Lo anterior viene a colación porque seguramente eso mismo sucede a un gran número de consumidores, es decir, son las promociones unos de los principales alicientes para determinar la compra o para inclinarse por una marca u otra durante la visita al canal de venta. Asimismo, las promociones pueden ser factor de consumo aún cuando la compra no esté en los planes del shopper.
Seguramente este comportamiento del consumidor ha sido identificado por el departamento de investigación de muchas marcas y es por ello que vemos de manera constante los puntos de venta invadidos de material POP anunciando espectaculares ofertas, pero también dinámicas promocionales para juegos, sorteos y concursos, además de constantes rebajas de precios.
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