El uso y el manejo de datos está evolucionado de manera considerablemente rápida. Esto ha implicado que la discusión ética sobre la privacidad y la información sensible vaya surgiendo conforme se va necesitando, como cuando se filtraron datos de Facebook hacia Cambridge Analytica o cuando Cultura Colectiva hizo un almacenamiento incorrecto de registros en un repositorio de Amazon. Uno de los problemas que ha surgido recientemente es que Google ha admitido que sí escucha parte de las conversaciones de que tienen los usuarios de herramientas como Google Assistant, de acuerdo con información de Milenio.
Según comenta el periódico en su portal en línea, la empresa graba las conversaciones que los usuarios con su asistente de voz, además de que incluso periodistas de VRT NWS aseguran que incluso hay fragmentos de charla que son almacenados desde antes que las personas pronuncien “Ok, Google”, que es el comando de voz con el que se activa dicha plataforma.
Estas conversaciones almacenadas por Google son revisadas por expertos lingüísticos supuestamente con la finalidad de optimizar el servicio que brinda el asistente de voz, además de que se puedan mejorar las respuestas que ofrece.
Después de que se diera a conocer esta información Google emitió un comunicado de prensa en el cual se comenta que la información mantiene su confidencialidad, en medida de que el nombre es sustituido por un número de serie; sin embargo, los datos personales del usuario pueden ser mencionados dentro de la conversación.
También se explicó que los especialistas que trabajan con el texto tiene la encomienda de sólo trabajar con fragmentos de las conversaciones que hagan referencia a Google.
Es importante mencionar que hace poco tiempo se dio a conocer que Alexa de Amazon también llevaba un registro de las conversaciones de sus usuarios, por lo que no es la primera vez que surge este problema.