El acomodo de los productos que resalta sus atributos, es uno de las actividades de promoción llevados a cabo en los puntos de venta, sin embargo también busca hacer el óptimo aprovechamiento de los espacios de exhibición.
Entonces, qué pasa con esos productos que son puestos en sitios estratégicos y no sólo llaman la atención sino que cautivan por sus características particulares. Se trata del método del merchandising de seducción.
Atrapar los sentidos con merchandising de seducción
Las bases para seducir, de manera muy física, al consumidor y atraerlo al punto de venta, son los sentidos.
En este caso, el poder de los sentidos que inundan al cerebro es una estrategia infalible. Al considerar que atraer por medio de olores, esta estimulación no pasa por el córtex cerebral, en donde se dan las funciones racionales, es decir, el poder es altamente sugestivo.
Así, el merchandising de seducción también contempla la activación de atractivos auditivos. Marcas que recurren al estímulo musical han podido ser más compatibles con su target, pues lo conocen y saben cuáles son las canciones que más pueden serles llamativas.
Por el lado de la atracción visual se ponen reflectores, luces de colores, figuras, formas que parecen mágicas, parte de la comunicación no verbal creativa.
Así, otras marcas que se dedican a deleitar el paladar son muy persuasivas, no obstante, otras que no tienen mucho que ver con esta área, dan a probar bocadillo, golosinas algunos sorbos de bebidas para hacer notar al consumidor productos diferentes.
El visual merchandising así como la estrategia de seducción entra por los distintos sentidos, la idea es transmitir calidad y estimular la compra desde las características del ambiente. Los clientes de manera imperceptible reciben un factor que los llega a pensar menos en su proceso de compra.
Al exhibir un producto y resaltar el entorno que lo rodea de modo llamativo, la atención se concentrará en replicar esa satisfacción al llevar ese artículo.