En 2020, la pandemia de COVID-19 supuso un boom en la demanda de food delivery y este fue solo un indicio de que la verdadera batalla por llegar a las puertas de los consumidores estaba solo por comenzar. Según el informe Digital 2021 Global Overview Report, el sector de las apps de reparto de comida a domicilio creció un 27 por ciento en tan solo 12 meses.
De manera concreta, el informe detalla que hasta el primer semestre de este año el food delivery ya superaba los 131 mil billones de dólares a nivel globo. En 2020, más de mil millones de personas en el mundo utilizaron al menos una vez alguna plataforma online de este tipo y cada usuario gastó un estimado de 112 dólares.
Pero como todo negocio, el delivery también enfrenta dificultades, hace poco se dio a conocer que DoorDash, Grubhub y Uber Eats demandaron a la ciudad de Nueva York por el reglamento interno que “regula” esta actividad. La legislación limita la cantidad de comisión que estas empresas pueden cobrar al 15 por ciento de los pedidos de comida por entrega y al 5 por ciento por publicidad.
“Esos controles de precios permanentes dañarán no solo a los demandantes, sino también a la revitalización de los restaurantes locales que la ciudad dice servir”, dijeron las compañías en la demanda presentada el jueves, de acuerdo con Reuters. Además aseguraron que “interfiere con los contratos negociados libremente entre plataformas y restaurantes al cambiar y dictar los términos económicos en los que opera una industria dinámica”.
Y hoy se sabe que la startup DoorDash, emprende una nueva etapa en esta batalla legal, debido a una ley que les solicita a las empresas de entrega de alimentos los datos de clientes con otros restaurantes. De acuerdo con The New York Times, la ciudad de Nueva York aprobó una serie de proyectos de ley destinados a la actividad económica del food delivery.
Uno de estos proyectos solicita que las apps compartan datos como el nombre, número de teléfono, correo electrónico y la dirección de entrega del cliente con otros restaurantes. Lo anterior se está dando en un momento donde la tendencia de “compre ahora y pague después” está e auge en Estados Unidos. Por lo que las firmas de delivery acusan que se están aprobando esta especie de “créditos” con mayor eficiencia que los propios bancos.
