Por: Erika Fonseca
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Hablar de diseño 360 significa muchas cosas. Es muy fácil comenzar por lo que no es: un copy – paste (copiar y pegar). Es decir: copiar y pegar logos en diferentes formatos no es diseñar 360 y mucho menos diseñar. Es un gran error de los clientes creer que “sólo hay que adaptarlo…” ya sea a una tarjeta, una portada, una servilleta, y así me puedo seguir con la lista de los interminables y además terminar con la voz, ya interiorizada de los clientes que claman: ¡pero sí solo hay que copiar y pegar! Confieso que, cada vez que lo escucho, me duele el estómago. Literal.
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Para hacer una campaña 360 hay que conocer los medios, las plataformas, los formatos, las medidas, los procesos de producción, cualquiera que sea… pero, sobre todo, la interacción que el usuario tiene con ese producto de diseño, y por supuesto, el vínculo que puede generar con él.
¿Cuántas veces se han topado con un menú de restaurante mal diseñado? o con un brochure que no cumple ni siquiera con brindar la información buscada. Ese, creo, es el gran error. Es entonces cuando al voltear y revisar otros productos del lugar, marca o empresa, nos encontramos con el terrible y mal habido, copy-paste. Si eres un cliente y quieres que el concepto integral tenga ejecuciones, por favor no exigas un copy-paste; si eres un diseñador, no dejes que te perturben y cedas ante el mismo proceso.
Construir sobre una idea o concepto y llevarlo a diferentes ejecuciones como parte de la estrategia de diseño, comunicación o publicidad, no es trivial. Aquí les dejo el diseño de una empresa con diferentes ejecuciones que evidentemente no son un copy-paste y unifican la imagen generando un gran todo.