Por: Erika Fonseca
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Muchas veces, creo que el diseño debe de ser multidisciplinario. Tenemos que desarrollar la capacidad de observar y definir diferentes aspectos de un mismo producto. Deberíamos de pensar en diferentes escenarios, perspectivas y posiciones. Se escucha fácil, ¿o no?
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Pero no es fácil, y menos cuando llevas trabajando un producto durante algún tiempo. Muy probablemente dejamos de tocar puntos importantes o pasamos por alto detalles que podrían ser un detonador de la compra. Pasa como cuando los editores revisan un texto muchas veces, ya no vemos los errores, es decir, los detalles importantes que deberían ser parte clave en el proceso.
A mí de pronto me sirve romper los esquemas, para desviar la atención y poder “ver” esos otros detalles. Aquí les dejo mi esquema personal:
- Olvidar por unas horas todo lo que tenga que ver con ese proyecto. De pronto despejar los ojos y la mente con algo diametralmente opuesto funciona.
- Convivir con los consumidores. Más allá de un grupo de mercado o una entrevisa, busquen consumidores que les puedan dar algún tipo de retroalimentación. Por mucho que creamos que sabemos todo, la humildad es parte escencial. Cualquiera puede enseñarnos o darnos algún “insight“ que si no escuchamos por soberbia o falta de tiempo, no entenderemos.
- Seamos “clientes”. Yo digo que hay que ponerse el disfraz del fan de nuestra marca o producto: ¿qué hacen? ¿dónde viven? ¿cómo piensan? ¿cómo deciden?
- Cuestionar todo: el arte, los copies, la producción. ¿de verdad la respuesta que hemos dado es la mejor forma de resolverlo? Cuestionar el trabajo y cuestionar la forma y los procesos, nos ayuda a ser mucho más centrados y neutros en las decisiones, y de pronto ayuda a tener certezas de las decisiones ya tomadas.
- Convertirse en el cliente. Buscar entenderlo hasta en lo más profundo de su ser nos puede llevar a entender su negocio y los requerimentos. Si lo hacemos es muy probable que ahorremos mucho tiempo y busquemos la mejor solución.
Al final del día, el diseño debe de obedecer a un esquema de comunicación donde todo, literal comunica. El éxito lo lograremos si podemos integrar el diseño desde el cliente: el final y el nuestro. Entonces, habremos hecho un buen trabajo.