Por: Paco Santamaría
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Ayer tuve una noche de profundo insomnio y angustia. Di vueltas y más vueltas en mi cama tratando de pensar hacia dónde llevaré mi agencia. El día siguiente me marcó una amiga que es coach empresarial justo para ofrecerme un diagnóstico de lo que es mi empresa. Acepté de inmediato, no sólo me parece una buena inversión, creo que este tipo de herramientas te sirven muy bien para saber en dónde estás parado.
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El interrogatorio duró cerca de una hora y media. Mientras tanto, pasaron por mi mente, entre pegunta y pregunta, venturas y desventuras de mi agencia. Desde que nació hasta ahora. Y justo recordé cómo he perdido y ganado cuentas. El ganar o perder cuentas es como la vida misma: Todos vamos a perder cuentas tarde o temprano, pero lo importante es aprender de cada pérdida y saber conservar lo más posible las que ganemos.
Es una marca de educación, mexicana y con gran matrícula de estudiantes. La perdí tan rápido como la gané, ¿Y saben por qué la perdí? Por no tener la suficiente autoestima para operarla. Por no creer lo suficiente en mí. Era una cuenta que desde que la gané cometí el error de involucrar demasiados aliados externos en la operación, de tanta gente que metí , tres me traicionaron y uno se quedó con la cuenta al final. Que por cierto la perdió después por justicia divina.
¿Qué aprendí de esto? Que como emprendedor en el área de comunicación, es importante estar en todo y aunque te ayudes de externos para operar la cuenta, es importante estar prácticamente involucrado al 100%. Muchas veces lo que hace falta más que talento y creatividad, es un poco orden, controles y estructura. Sin perder tu esencia y tu alma.
Al final del interrogatorio, mi amiga y los consultores, me dan un dibujo del veredicto como adelanto del diagnóstico. Que para crecer más como empresa, tienes que pasar de ser el William Wallace (Héroe nacional escocés) que grita, motiva y conmueve para ir a luchar con valor y corazón y morir en el intento, a ser el estratega más cerebral y calculador en cada movimiento. Un poco de corazón acompañado de razón. Quizá esto lo estoy pensando. Y creo que es algo en lo que debemos de pensar todos los que salimos al mercado emprendedor y de la mercadotecnia.
Los dejo pensando como yo me quedé pensando: ¿A dónde va mi agencia? Y también les comparto una frase de William Wallace que me llegó:
“Todas las personas mueren, pero no todas viven realmente.”¡Dejen de gritar como William hace siglos y pónganse a actuar y definir estrategias!
