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El 2021 comenzó y a los pocos días de iniciar nos regaló una de las imágenes más extrañas y por más sacadas de alguna ficción. Este año parece continuar con la estela que el 2020 dejó, todo parece indicar que incluso las crisis sociales y políticas, del 2020, continúan estando presentes.
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Actualmente las marcas se han visto obligadas a mantenerse cerca al entorno social y político que viven los países, de alguna manera los consumidores han hecho de estas marcas algo totalmente politizado. Ahora las marcas no solo deben representar ventas y números, sino también valores y ocupar una posición política, cada vez más explicita.
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Coca Cola fue otra marca que abiertamente expresó su desacuerdo con lo ocurrido, apelando a valores como la democracia y un apoyo a las instituciones. Acre fue otra marca que se levantó para expresar su opinión sobre lo ocurrido, Chevron fue otra marca, Seventh Generation.
El 2021 comenzó y a los pocos días de iniciar nos regaló una de las imágenes más extrañas y por más sacadas de alguna ficción. Este año parece continuar con la estela que el 2020 dejó, todo parece indicar que incluso las crisis sociales y políticas, del 2020, continúan estando presentes. La toma del capitolio fue uno de los acontecimientos más importantes, socialmente hablando, que han ocurrido en los últimos meses, es la degradación ideológica y síntoma de la crisis política.
Y desde luego una crisis política de tal magnitud también viene acompañada de repercusiones en el mercado, ese mismo día los disturbios limitaron las ganancias en Wall Street, y desde luego esto también tuvo una repercusión importante en las marcas.
Reacciones de las marcas a lo ocurrido en el capitolio
Actualmente las marcas se han visto obligadas a mantenerse cerca al entorno social y político que viven los países, de alguna manera los consumidores han hecho de estas marcas algo totalmente politizado. Ahora las marcas no solo deben representar ventas y números, sino también valores y ocupar una posición política, cada vez más explicita.
Por ejemplo, al poco tiempo de ocurrir los sucesos del capitolio la marca Ben & Jerry´s fue una de las primeras en condenar los actos. A través de twitter la empresa argumentó sobre algunos conceptos de racismo, “no fue una protesta, fue un motín para defender la supremacia blanca”.
Un comentario que estuvo presente en redes sociales, en un hilo describió que los sucesos eran una “turba mayoritariamente blanca, alentada por el presidente, invadió violentamente la sede de nuestra democracia en un intento por anular una elección libre y justa”.
It was allowed to happen. The mostly white insurrectionists roamed freely and without consequence through the heart of our democracy. The only explanation is that this was allowed to happen because they were white—not Black, Brown or Indigenous people. (2/8)
— Ben & Jerry's (@benandjerrys) January 7, 2021
https://t.co/dsNXzLzuae pic.twitter.com/DPWhfbxa0R
— The Coca-Cola Co. (@CocaColaCo) January 7, 2021
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Coca Cola fue otra marca que abiertamente expresó su desacuerdo con lo ocurrido, apelando a valores como la democracia y un apoyo a las instituciones. Acre fue otra marca que se levantó para expresar su opinión sobre lo ocurrido, Chevron fue otra marca, Seventh Generation.
Cadenas hoteleras como Marriot, Airbnb, Verizons, Dow y At&T dijeron que retiraría donaciones a los senadores republicanos de Estas Unidos. Estas medidas también marcan un escenario nuevo donde las marcas y empresas son abiertamente políticas, y señalan abiertamente su situación e ideología política. Acontecimientos que solo el 2020 nos pudo haber regalado.
