A Discreción

“No vendas”

Por Joan Alvares Lamarca

joan-alvares.jpgRecientemente, invitado a una ponencia sobre nuevas tendencias publicitarias, uno de los estudiantes de publicidad que se sentaba entre el público logró incomodarme en el turno de preguntas:

“¿Qué consejo nos darí­as a los que empezamos?”.

Digo que la pregunta me incomodó “”y ciertamente lo hizo”” por tres motivos:

1) Tengo 25 años. De los cuales menos de dos han sido conscientemente dedicados a la publicidad.
2) Durante los 45 precedentes habí­a dado no menos de diez consejos.
3) Debido a lo anterior: no sabí­a qué responder.

Quizá por la presión de más de 400 miradas, quizá por la insensatez del que todaví­a no ha dado suficientes conferencias, respondí­ rápido:

“No vendas” .
“¿Cómo?”, espetó el tipo, con extrañado ademán.
“Sí­ “”le aclaré”” intenta que tu publicidad no parezca publicidad”.

Lo que entonces fue un acto reflejo, la necesidad de salir de un apuro, es la descripción más afortunada de lo que servidor hace en su dí­a a dí­a.

Lo confieso: a mí­ tampoco me gusta la publicidad. Me molesta soberanamente el olor a venta. Me molesta cuando una marca interrumpe el programa que veo o cuando un banner me cubre la web que intentando observar. Porque mucho antes de publicista soy consumidor y es por eso que me molesta comprobar que alguien reclama mi atención con el único fin de venderme algo.

Hoy en dí­a los consumidores tenemos demasiado poder y demasiado poco tiempo como para soportar la mala publicidad. Para concederle nuestro valioso tiempo a una marca debemos exigirle, como mí­nimo, que se nos ofrezca una experiencia, que nos haga sentir protagonistas, que nos dé una historia divertida para contar entre los amigos”¦ que en definitiva dedique su tiempo, nuestro tiempo, a enamorarnos. Y no (sólo) a vender.

Contacto: [email protected]

Más sobre Below The Line

Artículos relacionados

You don't have credit card details available. You will be redirected to update payment method page. Click OK to continue.