El fin de semana fui a un centro comercial al sur de la Ciudad de México y me di cuenta de una triste realidad; Cada vez son más las tiendas aromatizadas. Si, leyeron bien, “aromatizadas”, no con estrategias de marketing olfativo.
Se dice que los seres humanos somos capaces de diferenciar hasta 10 mil olores diferentes, pero la mayoría de nosotros solamente percibimos una fracción de ellos a lo largo de la vida, por lo que a menudo la descripción de un olor varía de persona a persona.
Los perfumes y esencias normalmente son relacionados con el cuidado personal e higiene, para conquistar a una pareja y mejorar el aroma de un espacio o lugar.
Es muy común relacionar aromas con personas, alimentos y marcas, pero también con lugares y experiencias, y esto es lo que están aprovechando algunos hoteles alrededor del mundo.
Son varias las ocasiones en las que he afirmado que dentro de muy poco tiempo casi todas las tiendas tendrán su propio aroma ambiental; sin embargo cada vez más me doy cuenta de que me he quedado corto con este augurio
¿Dentro de sus aromas favoritos está el aroma a auto nuevo?, ¿Cuándo abrieron el empaque de su Ipod, Ipad, Mc Book o Iphone disfrutaron el agradable aroma que había en el ambiente? Si contestaron que sí en al menos una de las preguntas anteriores han sido victimas del Marketing Olfativo.
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