Espera un poco, antes de romper tu CV exprímele la información importante. Ahora sí, rompe las hojas o cierra tu Microsoft Word.
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Hace un par de días, vi un video que hace justo mérito a la importancia que en realidad tiene el storytelling, un término tan gastado hoy en día, pero que aún no queda claro para mayor parte de la industria del marketing y la comunicación.
La iniciativa, que proviene de un creativo publicitario que se muda a la ciudad Londres y cuyo objetivo es “demostrar” que realmente tiene una gran habilidad en el manejo de las palabras para generar resultados realmente sorprendentes, como muchos otros casos de éxito apela a la fantasía para mostrar un hecho real.
Así, aunque la importancia está en lo que comunicamos (la materia prima), hoy en día toma una mucho mayor relevancia cómo lo comunicamos. Siempre hemos contado buenas historias, pero no siempre son atractivas en su forma y por ello, rara vez enganchan. Ahí está la clave, en destacar del resto, haciéndolo diferente a la comunicación promedio sin cambiar la esencia de lo que se comunica.
El video, que tiene más de 194 mil views (seguramente todos orgánicos) y 541 likes, es por sí sólo una magnífica carta de presentación:
Otro caso, esta vez el joven creativo David Heredia muestra la opinión de quienes mejor lo conocen aparte de sus padres: sus abuelos. ¿Por qué los puso a hablar a ellos? La experiencia de los abuelos y los años, los hacen no sólo sabios, sino además sinceros y confiables. El video, que es una mezcla de CV y cartas de recomendación, claramente apeló a las emociones:
Y uno más, el de Ana Gómez, ahora con una profesión que nada tiene que ver con el ámbito publicitario o below the line, pero Ana echa mano de la comunicación BTL para venderse mucho mejor que el promedio de maestras:
Después de ver estos ejemplos, puedes sacar de la basura y desarrugar tu currículum vitae. Extiéndelo sobre la mesa y obsérvalo bien, ¿es más atractivo que los videos? ¿más interesante y memorable? Si es así, entonces puedes cerrar esta página, planchar y engargolar tu CV. Me callo la boca.