La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) informó que, durante el año 2018, el consumo de comida chatarra le permitió recaudar 21,827 millones de pesos.
Caracterizada por un alto contenido calórico, este tipo de comida creció en 2018 alrededor de un 20.2 por ciento, porcentaje obtenido por el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
De acuerdo con la dependencia citada, este incremento es el mayor que se había reportado desde el año 2014.
Como parte de la comida chatarra, el consumo de bebidas carbonatadas, específicamente los refrescos, fue una de las categorías que más aportó a dicha recaudación, derivado directamente de la alta demanda.
Durante los primeros 11 meses de 2018, su IEPS a refrescos generó ganancias por casi 25,000 millones de pesos, lo que representa un alza de 6.7 por ciento anual.
Desde hace casi 5 años, se avaló un impuesto para que los consumidores de esta bebida azucarada pagaran 1 peso más por cada litro. Sin embargo, aun con esta medida, la ingesta de refresco en México se mantiene.
Cifra del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), revelaron que en 2017, un mexicano promedio ingirió 163 litros de refresco ese año, la cual es 45 litros mayor a la que consume un estadounidense y 7.3 veces más que el promedio a nivel mundial.
Cabe mencionar que la industria de alimentos y bebidas en México es la que más uso de BTL hace, según el Departamento de Investigación de InformaBTL, lo cual le permite a las marcas promocionarse entre sus consumidores, tener un mayor alcance, y en consecuencia, motivar un consumo de sus productos.