“El cliente siempre tiene la razón” es una de las máximas que se ha popularizado en los negocios de retail. Se determina que los comentarios de los clientes deben ser tratados con absoluta prudencia para poder satisfacerlos.
Existen otras variantes que básicamente apuntan que “el cliente nunca se equivoca”. Se cuenta que César Ritz, fundador de la cadena hotelera “Hotel Ritz” en París decía que si un cliente dejaba un plato o un vaso (sin tocar) sobre la mesa, éste debía ser retirado de inmediato y reemplazarse sin alguna objeción o pregunta.
“El cliente siempre tiene la razón” también la podemos encontrar en la siguiente frase: “El cliente es el rey”. Sin duda, el cliente es una persona muy importante para todo negocio. Sin sus demandas una marca no realizaría cambios sustanciales para mejorar su oferta y, a la vez, superar a su competencia.
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Destacar en el mercado es un reto constante. Sin embargo, trabajar bajo el lema: “El cliente siempre tiene la razón”, supone un costo muy alto si no tiene en cuenta un factor: ¿Es el cliente correcto? Es responsabilidad del vendedor o en su caso del equipo de ventas alcanzar los objetivos de la compañía, teniendo en cuenta la posibilidad de dejar fuera a quienes no cuenten con los requerimientos necesarios para ser un cliente real.
Personalizando al cliente digital
Respecto a la realización de estrategias digitales para conectar con el cliente de manera personalizada, el reporte Customers Continue to Challenge Marketers to Deliver Personalized Experiences de KoMarketing, muestra las actitudes de los consumidores estadounidenses hacia la personalización del contenido en marketing en 2017. Los resultados muestran que el 90 por ciento de los encuestados encontró contenido personalizado muy atractivo, mientras que un 7 por ciento dijo que no le parecía ni atractivo ni desagradable, con un 4 por ciento que no lo encontró atractivo.