Una de las bondades y diferencias que tienen las estrategias Below the line de las Above the line son las experiencias que pueden generar a los consumidores, pues si de algo tiene que presumir el BTL es que la ejecución de sus acciones son el pase directo a un marketing experiencial.
A fin de hacer más placentera la estancia de los viajeros en sus instalaciones, las empresas hoteleras, de cruceros y aerolíneas internacionales han elevado sus estándares de comodidad, conectividad a internet y alimentación para garantizar las mejores experiencias a sus clientes, mismas que se traduzcan en lealtad por varios años.
Muchos expertos de la industria coinciden en que la llave maestra del Below the line es que a través de las estrategias personalizadas se pueden ofrecer experiencias a las personas, a fin ya no sólo de vender un producto sino de interactuar con ellas.
El Branding emocional no sólo es de alto impacto, también provoca una sensación de placer y relajación al cliente.
Hacer viajes largos puede no ser una aventura grata para muchos viajeros debido a lo cansado que puede tornarse el recorrido. En este sentido, vemos cómo las agencias de viajes, líneas de autobuses o aerolíneas están en una lucha constante por ofrecer a sus clientes servicios que hagan de su travesía una mejor aventura o bien, toda una experiencia satisfactoria que garantice su regreso a casa, pero también a la marca.
Te has preguntado alguna vez cómo las marcas pueden aprovechar el poder de la música para dirigir a los consumidores. Stefan Koelsch, profesor de psicología de la música de la Universidad de Berlín, dijo alguna vez que los seres humanos somos criaturas musicales de forma innata, desde lo más profundo de nuestra naturaleza.
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