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La llegada de la pandemia obligó que una buena cantidad de empresas adoptaran el concepto de home office, como respuesta a la contingencia.
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A raíz de la pandemia México inició una nueva realidad laboral. De acuerdo a firmas de talento antes de la crisis del coronavirus el 60 por ciento de las empresas en el país ya empleaban un esquema de trabajo remoto, sin embargo la cifra se disparó al 90 por ciento cuando comenzó el distanciamiento social.
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Sin embargo este estilo de trabajo también puede traer otro tipo de consecuencias: el desempleo.
La llegada de la pandemia obligó que una buena cantidad de empresas adoptaran el concepto de home office, como respuesta a la contingencia. La necesidad de estar recluidos para evitar que los contagios crecieran, hizo que el home office tomara mayor protagonismo.
A raíz de la pandemia México inició una nueva realidad laboral. De acuerdo a firmas de talento antes de la crisis del coronavirus el 60 por ciento de las empresas en el país ya empleaban un esquema de trabajo remoto, sin embargo la cifra se disparó al 90 por ciento cuando comenzó el distanciamiento social.
El esquema es altamente viable tanto para colaboradores como para empresas, el primera instancia puede ayudar a los trabajadores a que permanezcan en casa, mientras lo peor de la pandemia transcurre, sin tener que comprometer a las empresas, ni a su personal. En un segundo plano, de acuerdo a OCC Mundial, el trabajo desde casa ayuda a mejorar en un 28 por ciento la productividad de los empleados y las compañías se pueden ahorrar hasta en 925 mil pesos al año dependiendo del tamaño de las oficinas.
Sin embargo este estilo de trabajo también puede traer otro tipo de consecuencias: el desempleo.
Un lado oscuro del home office
De acuerdo a Blanya Correal, especialista en estrategia organizacional y relaciones laborales en América Latina, “la aparición de tecnologías que ayudan a que el trabajo se amas eficiente va a impactar en el numero de trabajadores que puedan estar dentro de una organización. Al aumentar la productividad o al aprovecharse mejor estos tiempos, las empresas empezaron a darse cuenta que se puede rebalancear los puestos, incluso en algunos países de la región se están fortaleciendo esquemas de trabajo parcial”.
Es decir, las empresa cada vez se dan cuenta que hay herramientas o hay personal de la cual siempre puede prescindir, mientras que la productividad se siga haciendo. Es por eso que en nuestro país este tipo de jornada de trabajo ya se está legislando. Aún es un hay un tema de regulación pendiente en el país, donde se debe hablar de la actitud y el derecho a la desconexión, donde los empleados tengan una jornada labora de home office, con horarios definidos.
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¿Será una jornada definida?
La discusión sobre cuál será el futuro del home office sigue estando en el aire, una vez que se termine la pandemia será bueno observar cuál será su desarrollo. De acuerdo a un estudio de PWC en el país el 67 por ciento d los directivos de finanzas consideran que el trabajo remoto podría convertirse en un recurso permanente para las empresas.
