El término Empresa Socialmente Responsable se ha vuelto un lugar común en la conversación comercial de las grandes marcas, es decir, han hecho del llamado ESR una bandera de sus campañas a tal grado que se ha convertido en una obsesión obtener el distintivo que las convierta en una opción “diferente” al resto de sus competidores.
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Pero, los consumidores, e incluso las empresas, saben qué es el ESR, qué implica y si en verdad optar por una empresa que cuenta con este distintivo deriva en algún beneficio social, económico o laboral. Lo primero que se debe tener claro es que el ESR no es una regulación y no es de carácter obligatorio en ningún lugar del orbe.
ESR no es una certificación, es un distintivo, el Centro de Filantropía no certifica a nadie, no tiene ese grado, únicamente evalúa y otorga la distinción a las empresas.
El ESR no se trata de un sello o regulación, sino de un modelo de gestión de negocios. Se trata de una manera de administrar con criterios responsables para obtener mejores resultados.
En México, por ejemplo, las empresas que se han enfocado en perseguir este reconocimiento son Walmart, City Express, Mead Johnson Nutrition, entre otras.