¿Por qué las marcas retan al consumidor? Es una pregunta común que surgió gracias a las acciones de Mercadotecnia Interactiva, pues cuando las compañías desafían al consumidor lo hacen precisamente con un fin interactivo. Hoy día podemos mencionar un sinfín de retos lanzados para conectar con el target, pero también podemos hacer mención de muchos otros que terminaron siendo tontos y lejos de atraer aniquilaron la elegancia del reto.
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El #condomchallenge
A pesar de que este reto busca concientizar a los jóvenes sobre el uso del preservativo y la prevención de enfermedades de transmisión sexual, la idea de colocar la cabeza dentro de un condón no parece ser para nada inteligente, tanto que la Guardia Civil en España lo ha catalogado como la nueva tontería viral que puede causar asfixia.
El reto del pasesito
“Las niñas bien” son las protagonistas de esta moda ridícula que se expandió por Internet. Se trata de grabar el momento en que una chica inhala cocaína y luego reta a alguna de sus amigas de la alta a que haga lo mismo.
El reto del ombligo
Tocarse el ombligo pasando el brazo por detrás de la espalda para supuestamente estimular la pérdida de peso es otro de los retos que tuvo su auge este año.
Esta tendencia, al igual que las otras dos, fue muy criticada, pues se consideró como una práctica que promovía la extrema delgadez y el culto al “cuerpo perfecto”.
Hay que destacar que ninguno de los desafíos anteriores está ligado a una marca o a una asociación que promueva alguna acción social. Son casos aislados que bien surgieron a raíz de la moda y auge de retos como el del cubo de hielo. Basta preguntarse hasta qué punto es adecuado seguir una tendencia, que es todo menos inteligente y benéfica para el consumidor.