8. Sentido del humor
Para el filósofo Friedrich Nietzsche, “El hombre sufre tan terriblemente en el mundo que se ha visto obligado a inventar la risa”. Esta visión emparentada con la filosofía cínica coloca al humor como una especie de catarsis socrática, una depuración espiritual para afrontar de manera íntegra los aspectos más oscuros de la sociedad y del individuo mismo.
Reírse a carcajadas, hasta que duela la panza o se deformen los rasgos no debería ser una virtud sólo de la infancia sino que debería perdurar en todas las etapas de la vida.
Reírse con o sin motivo, buscar complicidad en el otro y no temerle al ridículo o al absurdo es, sin lugar a dudas, uno de los factores que más se debe fomentar.
La risa ayuda a superar depresiones, previene trastornos de ansiedad y acerca el contacto íntimo o cercano entre personas.
No en vano una de las mentes más revolucionarias y críticas del siglo XX como lo es Charles Chaplin desnudó de manera tan sutil y con fino humor los pormenores de una sociedad tan enferma como deseosa de curarse.
Después de todo, en palabras del artista “no hay día más perdido que aquel en el cual no se ha reído.”
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