7. Sentido de la amistad
El club, la plaza, la escuela o alguna casa cercana siempre fueron el centro de reunión donde chicos de todas las edades y etnias se entraban para compartir momentos, divertirse y generar vínculos fuertes que le permitieran crecer y desarrollarse como personas.
Luego, ya instalados en la adolescencia y pre adultez, los grupos estaban marcados por los compañeros de facultad donde entre mates y cafés se iban recapitulando apuntes, libros y temáticas.
Pero en el mundo de los negocios, esta premisa de unión y compañerismo muchas veces sólo ha quedado en un abstracto recuerdo de un pasado cercano que fue paulatinamente absorbido por el individualismo y las ansias de progreso a cualquier costo.
Es por ello que, como seres sociales que somos, necesitamos del otro. Nos nutrimos del otro, y por ende es menester de gran relevancia proyectar relaciones entre pares que tengan elementos en común con las que manteníamos en nuestra infancia: cooperativismo, risas, camaradería, solidaridad y diversión.