Las estrategias que llevan consigo un storytelling que apela a los sentimientos suelen tocar fibras sensibles de los consumidores y con ello generar un mayor engagement que las que solamente son creativas, ya que en estas estrategias es posible combinar el ingenio y lo emocional.
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Bajo esta lógica la empresa IKEA diseñó en España una estrategia below the line cuyo enfoque estuvo en un storytelling emocional. La campaña se llamó La otra carta y consistió en crear conciencia en los padres de familia sobre su relación con sus hijos más allá de los regalos materiales que pudieran darles durante la temporada navideña.
Aunque la estrategia ya no es reciente, es un buen ejemplo de cómo una campaña below the line emocional puede ser memorable, más aún si se trata de historias de personas reales. Asimismo, esta pieza es una muestra de cómo no se necesita crear una estrategia que tenga directamente que ver con los productos o servicios que ofrece la marca, en este caso IKEA, sino que lo importante es el aspecto intangible que es lo que al final establece una relación entre clientes y marcas.