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Además de producir autos, Rolls Royce es uno de los principales generadores de motores para aviones, con 20,927 MDD en ingresos, por debajo de Boeing con 101,127 MMDD, según PwC.
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La empresa explicó que entre los ajustes que tendrá que hacer se encuentra la supresión de 9,000 empleos.
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Su negocio del sector aeroespacial civil generó ingresos por 10,739.34 MDD en 2019, según datos de Statista.
Después de caída que muchas industria comenzaron a experimentar desde el mes de mayo y que se profundizó para abril, muchas empresas (que han comenzado a ver sus números en rojo) decidieron hacer reajustes a sus costes de operación. Un ejemplo lo encontramos en Uber, la cual anunció más de 6,000 despidos. Otro más lo encontramos en Air Canada. Precisamente relacionado con el sector de la aviación civil, otra de las compañías que recientemente anunció un ajuste es Rolls Royce, la cual cortará 9,000 empleos de su plantilla.
Además de su famosa división de autos de lujo, Rolls Royce se ha posicionado como uno de los principales proveedores de motores para aviones civiles en todo el mundo. Desafortunadamente, ante la caída del tráfico aéreo a causa de las restricciones de movilidad y el cierre de fronteras por parte de varios países, es que la empresa está pasando por un momento complicado, que la ha llevado a reajustar costes de operación.
Con la finalidad de ahorrar alrededor de 877 MDD, Rolls Royce ha tomado la decisión de recortar los empleos, lo cual, a su vez, obedece a los principios una reorganización que la empresa está realizando, con la finalidad de hacer frente a las consecuencias económicas generadas por la pandemia por coronavirus COVID19.
Warren East, consejero delegado de Rolls Royce, ha comentado que definitivamente es terrible saber que no hay trabajo; sin embargo, la empresa ha tenido que tomar medidas para adaptarse, del mismo modo que lo hicieron muchos de sus clientes (las aerolíneas), con la finalidad de adaptarse a las nuevas circunstancias que se están viviendo.
Los 9,000 despidos en Rolls Royce se suman a los 192 millones de desempleados que la Organización Internacional del Trabajo proyectó que se generarían a raíz de la contingencia sanitaria que se está viviendo en todo el mundo.
