A principios de noviembre de 2014, la marca de chocolates Crunch de Nestlé hizo un lamentable comentario ofensivo respecto a los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa que desaparecieron la madrugada del 26 de septiembre en el municipio de Iguala, Guerrero.
Después de borrar la publicación de “a los de Ayotzinapa les dieron Crunch”, eliminó la publicación y se disculparon refiriéndose al mensaje como una mala broma. Sin embargo, en un comentario posterior, y ante la molestia de usuarios, la división de Nestlé argumentó que el incidente se trató de un hackeo.
Debido a la contradicción entre ambos mensajes los usuarios reaccionaron con mayor molestia hacia la marca.
Un año y medio después las consecuencias de esta crisis aún persisten, de modo que toda pauta de Crunch es inexistente en México, por órdenes del corporativo a nivel global, y su cuenta de Twitter, pese a estar verificada, no cuenta con ninguna publicación desde el 11 de noviembre de 2014, un año un mes después de la creación de la misma.