Al momento de fijar los precios de un determinado producto entran en juego distintos factores. Desde la cantidad de mercancía que hay, la competencia con la que cuenta, la capacidad de pagar determinadas cantidades por parte del consumidor, etc. Para lograrlo de modo eficiente, muchas compañías, sino es que la mayoría, recurren a los diversos conceptos y leyes de la economía. En artículos anteriores hemos tenido la oportunidad de escribir sobre la ley de la demanda o la elasticidad; mas en esta ocasión te platicaremos sobre lo que es la discriminación de precios y cuál es su importancia.
¿Qué es la discriminación de precios?
Prácticamente sitios como Economipedia y Policonomics, entre otros, coinciden en definir la discriminación de precios como la capacidad con la que cuentan determinadas empresas para cobrar distintas cantidades de dinero a diferentes tipos de personas por el mismo producto. Básicamente significa que, aunque una compañía invierta las mismas cantidades para producir y distribuir un insumo, cobrará diferentes precios a distintos tipos de shoppers.
Según ambos sitios, para que exista una discriminación de precios se deben contar contar con tres características: evitar la reventa, que la empresa tenga poder de mercado y finalmente que sea capaz de conocer las disposiciones a pagar de los shoppers. ¿Qué significa esto? Veamos un ejemplo.
Supongamos que sólo una editorial tiene los derechos de distribución y producción del libro perdido de Miguel de Cervantes Saavedra. Al ser prácticamente la única compañía capaz de reproducir el material, cuenta con poder de mercado para ajustar los precios. Si lo distribuye de manera electrónica y coloca ciertos candados, evitará de este modo la reventa (que impedirá que los clientes que compraron el producto más barato lo vendan a parte más caro). Finalmente, la organización ha detectado cuánto es lo que está dispuesto a pagar un cliente por dicho texto.
Aunque la discriminación de precios es un concepto estrechamente relacionado con el monopolio (tal y como lo acabamos de ver en el ejemplo), también podemos encontrarlo en los oligopolios (o sea, en un grupo de pocas empresas que controlan un determinado mercado).
Según información de Mercado Financiero, existen tres tipos de discriminación de precio, de los cuales, el tercero es el más popular de todos ya que consiste en cobrar distintos precios a diversos grupos de consumidores. Por ejemplo, cuando en una feria se cobra diferente cantidad si se trata de un niño o un adulto.