Una investigación del Instituto de Medio Ambiente de Múnich, encontró algunos rastros de un herbicidaen 14 marcas de cerveza muy populares en país bábaro. Los valores de la investigación oscilaban entre 0.46 y 29.74 microgramos por litro y en el caso del más alto superaban casi 300 veces el límite de 0.1 microgramos vigente para el agua potable, según dio a conocer el instituto.
La sustancia que fue hallada se llama “glifosato” y es unos de los herbicida más usado en el mundo. La Organización Mundial de la Salud lo clasificó el año pasado como “probable carcinógeno para el ser humano”.
Aunque aún no está claro sobre el efecto o consecuencias del glisofato, se espera que en estos días, la Unión Europea decida si vuelve a autorizar la comercialización de esta sustancia. Un informe de la Agencia Europea para la Seguridad Alimentaria llegó a la conclusión de que es “improbable” que el glifosato pueda causar cáncer. Aun así, la agencia recomendó limitar la ingesta diaria de glifosato a 0.5 miligramos por kilo de peso corporal.
Por otro lado, según los datos oficiales, en Alemania se emplearon en el año 2012 casi 6 mil toneladas de glifosato. El portavoz de la federación en Berlín especificó que el glifosato suele ser empleado con compuestos que suelen ser más tóxicos que la propia sustancia y que facilitan la penetración en la planta.
Finalmente destacar que en Alemania sigue vigente la ley de pureza de la cerveza dispuesta en 1516 por el conde Guillermo IV de Baviera. (Osea ya llovió). Está ley es considerada la ley de alimentos más antigua del mundo y contempla que la cerveza sólo puede ser elaborada con tres ingredientes: agua, lúpulo y cebada.
