Muchos mexicanos esperan el temblor y algunos harán compras previas a la catástrofe, pero este tipo de miedos producen un consumo específico. La furia de los tapabocas con la influenza, las despensas de enlatados y las lámparas por si se produce el terremoto; son solo algunas de las compras del Branding del miedo.
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Desarrollo de la creatividad en BTL
Cuando se espera una catástrofe, la gente compra ciertos productos y espera de ellos algo más que la satisfacción de una necesidad:
1. Vender lo que contiene el botiquín ya no es suficiente. Hay que ubicar puntos de venta cerca de los puntos más vulnerables.
2. Los productos de primeros auxilios, enlatados y otros no perecederos todavía no están correctamente dirigidos a los clientes previsores.
3. Habrá que dar un extra de seguridad con la compra, que el cliente no sólo siente que satisface una necesidad, sino que además permite que el consumidor se sienta más protegido con la compra.
Este último punto es algo explotable, pues a diferencia del Branding emocional, donde la compra genera una emoción, en este caso la emoción genera la compra.
