Los tiempos en los que las marcas y las agencias lanzaban mensajes a su público meta, sin que éste pudiera responder, han quedado atrás, gracias, en gran medida, a la utilización de canales como las redes sociales, los sitios web de las firmas o incluso los portales electrónicos donde los consumidores dejan sus opiniones sobre los productos o servicios. Este nuevo puente de comunicación que se ha creado entre la empresa y los clientes ha definido lo que se conoce como marketing interactivo. Pero, ¿cómo se genera una estrategia de este tipo? Revisemos algunos datos.
Los objetivos que se buscan lograr con una determinada acción son la pieza clave de toda estrategia y campaña de below the line. Por supuesto, el marketing interactivo no es la excepción. Por este motivo, es fundamental, antes de hacer cualquier otra cosa, definir las metas que se quieren conseguir, los KPI que se buscan lograr y, por supuesto, el tiempo en el que se llevarán a cabo.
Una vez que ya se tienen los objetivos que se esperan lograr, habrá que definir cuál es el canal que queremos utilizar para llevar a cabo la interacción con el público meta. Dos de los más comunes son las redes sociales y los juegos en los sitios web, cuyo funcionamiento de estos últimos puede basarse en gamificación.
Ya que se tienen los objetivos y el canal en el que se piensa trabajar, el siguiente paso es el que exige una buena carga creativa, puesto que habrá que pensar en una estrategia que no sólo haga interactuar al público meta, sino que también busque generarle una experiencia, que se quede en su mente.
Por supuesto, una parte fundamental al generar una estrategia de marketing interactivo es procurar que haya todos los medios tecnológicos para poder llevarla a cabo de modo óptimo.