Hoy en día las marcas de retail más importantes en el mundo están trabajando en el rediseño de sus puntos de venta para facilitar a sus clientes —lo más posible que sea— a realizar sus compras en los establecimientos físicos.
En efecto, no solo se le otorgan beneficios al consumidor, sino también a los asociados que día día llevan a cabo funciones en los distintos departamentos del retailer.
Las sutilezas y los detalles hacen que la experiencia de compra sea sencilla y más cómoda. En México, los supermercados más importantes del país han realizado mejoras que se traducen en pasillos más amplios, que permiten a sus clientes observar mejor las mercancías, una mayor libertad para circular, y llegar de manera más rápida a la sección donde adquirirán los productos que necesitan.
No obstante, esto es un tema que gran parte de las tiendas minoristas deben considerar para que sus clientes y empleados tengan una mejor experiencia. A continuación, te mostramos dos claves importantes que debes tener en cuenta para mejorar la imagen del punto de venta:
Impresiones externas
Se trata de los factores que contribuyen a la imagen externa de la tienda como la ubicación, su diseño arquitectónico, la fachada y la colocación de elementos publicitarios. La importancia radica en comunicar la imagen correcta de la tienda, ya que esto permitirá que se posicione en la mente del consumidor, y que además facilite a los consumidores el proceso de selección de la tienda.
Impresiones internas
Por último, un segundo factor esencial para mejorar la imagen de un punto de venta son las impresiones internas. Esto quiere decir que el aspecto interno del establecimiento permite crear a través de tamaños, y colores una experiencia al consumidor. Por tanto, la iluminación y la selección de mobiliario, en muchos otros aspectos, son esenciales para diseñar las características internas que la tienda quiere mostrar, principalmente, aquel segmento de mercado que desea impactar.