Tras la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, la violencia en el país ha ido en aumento, principalmente causada por grupos radicales que se han unido al clamor de los padres por que aparezcan sus hijos y en esta búsqueda de justicia, varias empresas se han visto perjudicadas debido a que sus puntos de venta han sido dañados por manifestantes.
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En este sentido, la Unión Nacional de Empresarios de Farmacias (Unefarm), señaló que sus farmacias ubicadas en Guerrero, tuvieron que cerrar y a pesar de que algunas reabrieron semanas después, muchas otras ya no volvieron a levantar sus cortinas.
Juvenal Becerra, presidente de la Unefarm, dijo que estos cierres han costado a los empresarios pérdidas de alrededor de 50 millones de pesos.
Sin embargo, estos retailers farmacéuticos no son los únicos afectados, pues recientemente la embotelladora más grande de Coca-Cola en el mundo, Fomento Económico Mexicano (Femsa), dio a conocer que cerraría sus instalaciones en el municipio de Iguala, Arcelia y Chilpancingo.
