El marketing BTL es un área del conocimiento que, como muchas otras, cuenta con una terminología propia, un argot que hace referencia a conceptos específicos y útiles para quienes se dedican a ello. Sin embargo, en el below the line particularmente hay términos muy específicos que cuyos significados llegan a colindar muchas ocasiones con otros hasta el punto de confundirse. Esto pasa, por poner un caso específico, entre buyer persona y target. Pero, ¿cuáles son las diferencias que existen entre ambos? Precisamente en las siguientes líneas hablaremos más al respecto.
El target o público meta se puede considerar como el subconjunto de la población al cual queremos dirigir una campaña o una estrategia. Los integrantes de este subgrupo cuenta con características en común, como la edad, ubicación, profesión, entre otros aspectos.
En cambio, la buyer persona se refiere al arquetipo que se construye con las cualidades mencionadas en el párrafo anterior, aunque se incluyen otras más específicas como información personal e incluso conductal.
Mientras que el target sólo considera aspectos que se podrían considerar un tanto superficiales, la buyer persona busca ir más adentro en la mente del virtual cliente, para conocer sus necesidades y sus motivaciones.
La buyer persona funciona como una personificación del público al que nos estamos dirigiendo y responde a aspectos como qué edad tiene, a qué se dedica, cuáles son sus gustos, entre otros aspectos. Entre tanto, el target sólo nos permite conocer aspectos muy generales del público al que conocemos.
Muchos mercadólogos consideran que el target ha sido superado por la buyer persona, puesto que este primer concepto sólo logra quedarse en la superficie, mientras que el segundo nos facilita el poder adentrarnos más en la mente del público al que nos dirigimos.
En dado caso, siempre será conveniente trabajar con los dos conceptos para poder contrastarlos y tener un conocimiento más específico del público al que nos dirigimos.
