El 2014 inició con cambios en la percepción de la comunidad lésbico-gay, pues esta colectividad se ha convertido en potencial consumidor, dejando una estela de posibilidades económicas llamado “dinero rosa”, cuyo poder adquisitivo deriva de la apertura de un nuevo mercado.
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Hoy día, tanto en Estados Unidos como el Reino Unido muchos negocios se dirigen específicamente a los consumidores homosexuales, incluyendo diversos puntos de venta: tiendas, clubes, restaurantes, etc. Tan sólo en México se estima que de las casi 27 millones de familias al menos el 1 por ciento están conformadas por parejas del mismo sexo es decir, 229 mil 473 de acuerdo con cifras del Censo de Población y Vivienda de 2010, de las cuales más de 172 mil son de parejas homosexuales con hijos.
A la par, existe un mercado mundial de entre 39 y 45 millones de gays, en doce países con alto poder económico, los cuales representan el 6% en países como Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, España, Suiza, Dinamarca, Austria, México, Reino Unido, Nueva Zelanda y Brasil, de acuerdo con cifras dadas a conocer en la última Expogay.
En este contexto, es importante que las marcas se unan a la conversación, reconozcan los hábitos de consumo de este nicho de mercado y exploten las nuevas oportunidades de negocio para este sector.
Una opción para explorar nuevos terrenos es contratando un servicio de trendhunting, es decir, empresas especializadas en proveer insigths e ideas accionables y rentables a las marcas para que conozcan las nuevas tendencias en el mercado.
La pregunta es, ¿qué marcas quieren entrarle al festín?
