Al igual que lo ocurrido en Chile en la década de 1990 con las inversiones españolas, cuando se concretaron importantes adquisiciones en varios sectores económicos, ahora los empresarios mexicanos se han convertido en los protagonistas del mercado.
La presencia mexicana en este país sudamericano creció en forma importante en los últimos años por varios factores, entre ellos la estabilidad política y económica de la cual goza Chile y la gran “sintonía” que existe entre ambos pueblos.
El buen ambiente de negocios y la seriedad de los empresarios chilenos también contribuyó a que los inversionistas mexicanos pusieran su atención en esta alejada nación sudamericana, donde las inversiones del país del norte suman más de siete mil millones de dólares en los últimos 15 años.
Uno de los inversionistas mexicanos más antiguos es Bimbo, que en 1992 adquirió la firma chilena Alesa, la que resultó de la fusión de las panificadoras Ideal y Cena. En la actualidad, y al igual que en muchos países del mundo, son líderes en la venta de pan empacado.
Otra de las empresas mexicanas que lleva varios años en Chile es América Móvil, que con su marca Claro tiene una gran presencia en todo el país y ocupa el tercer lugar en el mercado que está dominado por Entel y Movistar.
La sociedad del multimillonario Carlos Slim llegó a Chile en 2006, cuando pagó 500 millones de dólares por la empresa de telefonía móvil Smartcom, la que luego pasó a llamarse Claro.
Una de los últimos conglomerados mexicanos en llegar a esta nación sudamericana fue Femsa, que el año pasado adquirió en mil millones de dólares el 60 por ciento de Socofar, matriz de la cadena de farmacias Cruz Verde y de las tiendas Maicao.
Este año, el grupo mexicano compró la cadena de tiendas por conveniencia Big John por una cifra de entre 77 y 100 millones de dólares, la que en el futuro podría convertirse en el vehículo para la llegada de la cadena de retailers Oxxo.
El conglomerado Alsea, en tanto, cuenta con 115 locales de sus distintas marcas franquiciadas en Chile, cifra que podría subir en el futuro debido a que tiene interés en adquirir un holding local que posee seis marcas.
Cinépolis, mientras, cuenta con la cadena de cines Hoyts, la más grande de este país sudamericano, en tanto que la empresa local Prisa fue adquirida por la mexicana Gigante.
El futbol no quedó al margen de esta ola de inversiones con la reciente compra de la sociedad que administra el club viñamarino Everton por parte del Grupo Pachuca.
Pronto a concretarse, la lista de inversiones la cierra el retailer Liverpool, que gastará entre 350 millones y 400 millones de dólares para adquirir un porcentaje de las acciones de la tienda de retail Ripley.
