Debo de reconocerme como un freak, petfriendly y padre de un gran “perrhijo” que es Fausto Santamaría. Un Bulldog inglés que desde hace cinco años llegó a mi vida para enseñarme que el amor por otro ser vivo es muy importante para comenzar a amarse a sí mismo y a tu pareja.
Cuando Fausto llegó a mi vida nos sintonizamos automáticamente. Hubo una gran química con la mirada y dese entonces somos cómplices de vida. Y con mucha probabilidad cuando dejemos de estar vivos aquí en este plano. Una mascota así es como una especie de alter ego. Como un Yo propio que se paga de ti mismo y te permite hacer cosas y vivir situaciones que en tu Yo humano jamás harías. Es una especie de vida alterna. Y mejor tele dirigida, porque si existe aquí, en esta relación, un sentido de propiedad de otro ser vivo.
Como consumidor, como amo y líder de la manada. Es mucho más fuerte que los hijos, pues a ellos no es válido y justo tele dirigirlos de forma tan asimilada por todos.Mi perro me pertenece y al mismo tiempo yo le pertenezco a él. Aunque esta relación dure lo que dura una vida de perros o gatos.
En mi caso, Fausto con mucha probabilidad y si compro buen alimento y lo mantengo bien, según su raza, vivirá con calidad de vida unos 8 años. El 16 de diciembre pasado Fausto Santamaría cumplió cinco años de nacido. Lo que implica que sólo me quedan tres años más para vivir con su compañía. De hecho, hablé con él de forma interna -me comunico con la mirada y con la mente-, como platicando conmigo mismo y acordamos que como yo cumplo un día antes qué él, celebraríamos nuestro cumpleaños juntos. Con nuestros amigos humanos y perros.
Convoqué a un medio de sociales nacional y les encantó el contenido. Ya la vida está de perros y cada día será más importante el papel de las mascotas en la economía de las familias mexicanas, de LATAM y del mundo. Porque en la medida que nos sigamos deshumanizando, buscaremos cada día más ese apego en las mascotas, independientemente del reino animal del que formen parte. No estamos quedando cada vez más solos.
¿Qué cosas locas y excéntricas le he comprado a mi perro Fausto?
- Millones de juguetes educativos.
- Millones de paseadores y experiencias interactivas.
- Un cuadro pintado por el maestro pintor mexicano Diego Guzmán.
- Una casa de Mirrey, diseñada por un grupo de escenógrafos mexicanos.
- Millones de hospedajes en hoteles Petfriendly.
¿Y la economía compartida está de perros?
Sí, totalmente y con todo. Cada día gastamos más y principalmente en los perros. Empezaron los paseadores de perros. Micro empresarios y auto empleados que en zonas como Polanco en la Ciudad de México llegan a facturar más de 120 mil pesos mensuales -algo así como 6 mil dólares- en efectivo por concepto de pago de colegiaturas para sacar a pasear a nuestros perrhijos. Y muchos las pagamos con gusto, en efectivo y muchas ocasiones por adelantado.
Los perros y gatos en algunos hogares llegan a representar a más del 23% del gasto familiar, por concepto de comida, cuidados, productos y servicios directos o indirectos. Esto es mucho dinero, ¿Y qué está pasando? Que ya llegó la economía compartida de las aplicaciones para este gran mercado. Los tiene en la mira. Ayer conocí a las fundadores de HostaPet, una aplicación 100% mexicana que trae mucha fuerza y pasión que lideran mujeres mexicanas que ya llegaron con todo para que les entreguemos parte de nuestra vida y la de nuestras mascotas. Aquí la video entrevista en GoPro.
