En México, las bebidas alcohólicas son uno de los productos más consumidos. Basta saber que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi), reportó que durante el 2018 el gasto trimestral promedio dedicada a estas bebidas, fue de 3.32 mil millones de pesos mexicanos; mientras el 2016 este gasto alcanzó solo los 2.62 mil millones.
Así mismo, Statista señala que del gran total, la bebida más consumida por los mexicanos, es la cerveza, que representa el 66.5 por ciento de todo el consumo.
Ante el aumento en el consumo de bebidas alcohólicas, se decretó que estarían sujetas al pago de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), exentando al pulque y al aguamiel, además de a otros productos derivados de su fermentación, según lo refiere Aristegui Noticias.
No obstante, bebidas como el mezcal y el vino, que son de consumo significativo en México, si se atienen al pago del IEPS. Siendo así, el Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV), señaló que esto podría afectar la producción de bebidas alcohólicas, por lo que no solo las ventas disminuirían, sino que el desempleo de muchas personas en la industria se haría presente, además de que el vino nacional se alejaría de la meta de abarcar el 50 por ciento del mercado.
Por su parte, Hans Backhoff, presidente del CMV, afirmó estar en contra de la iniciativa, sobre todo para el vino, que es una bebida que surge de la agricultura; añadiendo que además del impuesto, está el hecho de que el presupuesto y otros apoyos para el campo, fueron recortados en un 27 por ciento.
Por ahora, las botellas de vino deben pagar 26 por ciento del IEPS sobre el impuesto total, además de un IVA adicional del 16 por ciento; es decir, un 42 por ciento de impuestos a los que se suma también el gravamen por venta al consumidor, que es del 4.5 por ciento, de acuerdo con datos de El Financiero.
