La planificación estratégica es el proceso que procura una guía adecuada entre objetivos y capacidades de la empresa, oportunidades y cambios en el mercado. Este conjunto permiten ventajas que pueden definir el futuro de una estrategia, lo que concentra todos los esfuerzos de los expertos de marketing y publicidad.
Desde definir en qué medios se ejecuta, hasta medir posibles resultados que puedan obtener con ella.
Para Juana Anaya, directora de marketing de American Express México y jurado de los Premios IAB Mixx 2020 en la categoría de estrategia, el punto central debería ser la visión estratégica.
“La estrategia desde su principio más básico tiene que ver con poder plantear una visión ganadora para llegar a un objetivo puntual y ahí ser el mejor en la materia. De hecho, el origen de la palabra proviene de la inteligencia militar, y de ahí en los negocios se tomó lo mejor, por ejemplo: no se te puede ir un detalle, es importante tomar en cuenta la perspectiva y el contexto externo; los motivadores de tu público objetivo y claramente identificar cuáles serán las variables y las tácticas específicas que ayudarán a llegar al éxito”, comentó.
En este sentido, los estrategas son los responsables de guiar al equipo hacia esa perspectiva.
“Yo lo vería en sentido más amplio, más allá de una posición de estrategia. Creo que como líderes tenemos la responsabilidad de desarrollar en nuestro talento el pensamiento estratégico, sin encasillarlo en un área o una posición, es una habilidad que se desarrolla.
Incluso, cuando se habla de medios o de creatividad, el pensamiento estratégico debe estar siempre presente al diseñar la mejor ejecución creativa o al definir el mejor plan de medios, todo fundamentado en un ‘por qué’ y ‘para qué’ muy claros, de lo contrario, la campaña no tendrá el impacto en el negocio que se espera y la trascendencia muy pequeña”, agregó.
Más allá de eso, las estrategias requieren cubrir aspectos básicos como el propio equipo.
“Otro aspecto fundamental de la estrategia es poder manejar correctamente tus estructuras, tus recursos (tanto humanos como económicos) y por supuesto los datos; el arte de poder ‘orquestar’ todas estas variables con un objetivo claro es para mí la clave para poder ser un buen estratega”, dijo.
Entres los agentes que pueden ayudar a los estrategas están las posiciones acotadas a áreas muy específicas del negocio e incluso las agencias.
“Como marketeros necesitamos una colaboración de la agencia cada vez más cercana a nuestra operación interna, donde ambos trabajemos por un objetivo de negocio muy claro. Aquí también creo que el talento debe de evolucionar mucho y pasar de expertos en optimización de medios a impulsar, al igual que en la corporación, el pensamiento estratégico como columna vertebral”, concluyó.
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