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México es uno de los mercados que mayor consumen sopas instantáneas en México.
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La Secretaría de Agricultura y desarrollo Rural (SADER) advirtió que el consumo per cápita de frijol en México ha diminuido en los últimos años, y el principal culpable son los productos deshidratados como las sopas instantáneas.
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En 2017 la Asociación Mundial de Noodles Instantáneos (WINA, por sus siglas en inglés) aseguró que México ocupaba el lugar 15 en la demanda de Cup Noodles a escala mundial y que era el segundo país de Latinoamérica, solo por detrás de Brasil, en consumir estos productos.
México es uno de los mercados que mayor consumen sopas instantáneas en México. Recientemente un estudio de la Secretaría de Agricultura y desarrollo Rural (SADER) advirtió que el consumo per cápita de frijol en México ha diminuido en los últimos años, y el principal culpable son los productos deshidratados como las sopas instantáneas, que poco a poco ha sustituido los procesos de cocina por el practico gesto del agua caliente la interacción del producto.
De acuerdo al titular de la dependencia, Víctor Villalobos Arámbula, “nosotros teníamos en 2006 un consumo per cápita de 12 kilos de frijol al año y lo hemos reducido a 9 kilos, así eu es un tema que tenemos que superar, tenemos que regresar a un consumo de entre 12 y 14 kilos”, declaró a inicio de año.
En 2017 la Asociación Mundial de Noodles Instantáneos (WINA, por sus siglas en inglés) aseguró que México ocupaba el lugar 15 en la demanda de Cup Noodles a escala mundial y que era el segundo país de Latinoamérica, solo por detrás de Brasil, en consumir estos productos.
Pero ¿es este nivel de consumo saludable para las personas que compran este producto?
Acusaciones de PROFECO
De acuerdo a la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) concluyó, en un estudio sobre estos productos, que el consumo de las sopas instantáneas tiene consecuencias en el cuerpo.
Aseguró que las sopas instantáneas tiene altos niveles de sodio y glutomato monosódico, un elemento común entre los alimentos procesados. De acuerdo a la institución el consumo de productos expuestos a estos elementos puede causar malestar como taquicardia, dolor de cabeza, sofocación, sensación de presión en la cara y pecho, adormecimiento de la boca, dificultad para respirar, sudación y debilidad.
“(El glutamato monossódico) es un concentrado que se extrae de plantas com el betabel o la caña de azúcar, y cuya función en la industria es hacer que la lengua resulte más receptiva a los condimentos – de ahí que se le considere un potenciado del sabor, a pesar de que por sí solo tiene un sabor desagradable”, dijo la institución.
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Mercado creciente
A pesar de esta coyuntura, donde se están iniciado programas en contra de la comida chatarra, la pandemia fue el pretexto para que muchos consumidores recurrieran a los alimentos procesados. De pronto par la pandemia las marcas de este tipo de comida comenzaron a tener relevancia, los consumidores volvieron a las viejas formas de comprar en busca de comidas preparadas y alimentos de larga vida útil.
