Creativo profesional
Por Joan Alvares Lamarca
Por más que pasen los años, no me deja de asombrar el cargo de Director Creativo, por otra parte habitual en la mayoría de agencias de publicidad que conozco. Es posible que quien les escribe sea un tipo de fácil asombro, no lo sé.
Nunca he sabido si “creativo” era un atributo, un puesto de trabajo o ambas cosas a la vez. De la creatividad sólo sé que es algo etéreo, brillante, subjetivo y presente en el individuo de modo desigual e irregular. Según mi experiencia, la necesidad en una persona de definirse como “creativo” es inversamente proporcional a la creatividad que de él, espero.
Por todo esto, me fascina que exista quien se atreva a dirigir la creatividad. O que incluso, se anime a impartirla en cursos o escuelas dedicadas a ello. Si es que la creatividad se puede dirigir o transmitir, yo me declaro incapaz para hacerlo. Algo similar me ocurre con el humor: me gusta que un humorista me cuente un chiste, pero me fascinaría que me enseñara cómo poder contarlo de forma graciosa.
Pero, como ya dije, soy un tipo de fácil asombro.
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