Los vendedores son profesionales muy necesarios para todas las empresas. De hecho, podría considerarse un activo muy deseado y buscado por el mercado. Asimismo, es una profesión que permite son relativa facilidad entrar en ella, y permite además, crecer y desarrollarse dentro de ella escalando posiciones en la organización de una empresa, o en la de otras empresas, permite, además, ser de cierta manera “un empresario”, pues se trabaja con relativa autonomía y libertad.
No obstante, más allá de la posición en la empresa. Un buen vendedor es aquel que vela por la satisfacción del cliente en todos sentidos, y eso incluye el servicio al cliente durante el proceso de venta.
Por esa razón, a continuación, te presentamos algunas claves que te permitirán lograr ese objetivo:
1. Conocer las necesidades y preferencias de los clientes.
Hay que saber cuáles son las preferencias de los clientes en relación a los productos o servicios que estamos ofreciendo para congeniar al máximo estos dos aspectos y mostrárselo.
2. Conocer las características del producto.
Un vendedor debe conocer toda la funcionalidad y características del producto para resolver cualquiera de las cuestiones que nos puedan plantear.
3. Saber qué característica del producto es especialmente valorada.
¿Cuál de todos los aspectos generan en el cliente la intención de compra? Hay que saber qué aspecto es y si nuestro producto lo incorpora, destacarlo.
4. Saber dar respuesta a aquellos aspectos más complejos.
En relación al segundo aspecto, el desconocimiento o duda ante alguna duda puede generar desconfianza en el cliente, que puede decidir no comprar por el hecho de no haber sido dotado de la seguridad que esperaba.
Sin embargo, el proceso de atención al cliente no termina en el momento que el cliente se marcha del establecimiento, existe aún la tarea post-venta que podría considerar: a partir de toda la información obtenida, encontrar otros productos que satisfagan sus necesidades, incluso, registrar los gustos y desagrados tanto del producto como de la atención que recibió el cliente.