Atrapar, seducir, atraer, cautivar, entre muchos otros verbos son los que ponen en acción las marcas cuando buscan acercar a los consumidores a sus productos.
Para hacerlo, hay innumerables técnicas tradicionales y otras no tan convencionales. Y si de métodos tradicionales se trata, no hablar del sampling sería un error, una técnica que, a pesar del tiempo y la penetración de medios digitales, sigue atrayendo y cautivando al consumidor.
El Sampling es una herramienta mercadológica eficaz en el branding de una marca y que ha trascendido las fronteras del punto de venta, hasta llegar a tiendas online; una estrategia de marketing fuerte y sumamente útil para las empresas.
¿En qué consiste el sampling?, no es tan difícil de explicar: consiste en el envío de las famosas muestras gratis de productos, con el propósito de promocionar, tanto el artículo o mercancía como la marca.
Quizá para algunos pueda parecer contraproducente que una marca regale muestras al por mayor pero esto, lejos de perjudicarlas, las beneficia y les permite hacer publicidad masiva de sus productos.
El dar muestras gratis al interior de un retailer, en la calle, enviarlas tras haber hecho un pedido en línea, o cualquiera que sea el lugar donde se ofrezcan al público, funciona de manera importante como apoyo a un lanzamiento de nuevos productos.
Además de ponerlos en la mano del target, como usualmente se hace en punto de venta, el sampling también puede hacerse mediante técnicas más dinámicas como sorteos o concursos.
De igual forma se puede hacer la entrega de muestras gratis como regalo que acompañe un producto que se acaba de adquirir, a domicilio considerando bases de datos de clientes que compran de forma regular o en ferias comerciales.
Para que el sampling, como parte de una estrategia de marketing, funcione e incentive la compra y comience a generar la fidelidad del consumidor con tu marca, será necesario que al implementar ésta técnica consideres dos elementos básicos: hacerle saber al target la vigencia y condiciones de la promoción.
